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Su médico le habrá informado de los efectos secundarios más frecuentes que le puede ocasionar el tratamiento específico que usted está recibiendo.
Le indicamos unos consejos prácticos para los más frecuentes:
NAUSEAS Y VÓMITOS:
Pueden aparecer inmediatamente tras el tratamiento o en los días posteriores.
Si son 2-5 episodios/día y puede comer algo se recomienda:
- tomar el tratamiento médico prescrito (Primperan, Fortecortin (dexametasona), Zofran, Aprepitant, etc.)
- ingerir pequeñas cantidades de comida varias veces al día
- evitar alimentos de sabor fuerte, picantes y grasas.
Si los vómitos son más de 6 episodios al día y/o impiden la ingesta, consulte con un médico.
DIARREA:
Inicialmente se recomienda realizar dieta astringente junto con ingesta de abundantes líquidos.
Si no es suficiente, puede tomarse dos comprimidos de Fortasec juntos seguido de un comprimido después de cada deposición (hasta un máximo de 6 comprimidos al día).
Si persisten más de 7 deposiciones al día con incontinencia o dolor abdominal o fiebre, consulte con un médico.
MUCOSITIS:
Si aparecen erosiones en la mucosa de la boca, usar antisépticos orales (Oraldine, Tantum, Fluocaril,…) o los tratamientos específicos pautados por su médico.
Si le impide la alimentación o se acompaña de fiebre, consulte con su médico.
ESTREÑIMIENTO:
Puede deberse al tratamiento quimioterápico o a los medicamentos contra las náuseas y los vómitos. También aparece con frecuencia en relación a la toma de determinados analgésicos (Tramadol, Morfina, parches de Fentanilo,…)
Se recomienda realizar ejercicio físico moderado, beber abundantes líquidos y dieta rica en fibra.
Usar laxantes (Duphalac, Plantaben, Emportal,…) y si lleva más de 48 h. sin deposición, micralax o enema cassen.
FIEBRE:
Es uno de los efectos secundarios más importantes y graves ya que puede coincidir con la fase de la neutropenia (bajada de defensas).
Si no llega a 38º C y mantiene buen estado general, tome paracetamol (Termalgin, Gelocatil, Efferalgan,…) y si aparecen síntomas infecciosos (respiratorios, miccionales, dolor de garganta, flemón dentario…) consulte con un médico para valorar asociar un antibiótico.
Si presenta fiebre de más de 38º C o mal estado general consulte con un médico.
ALOPECIA:
Puede ser leve o completa según el tratamiento que se le esté administrando.
Se inicia a partir de los 20 días de puesto el tratamiento.
Suele ser reversible al suspender la quimioterapia.
DOLORES ARTICULARES:
Pueden ser secundarios a algunos agentes quimioterápicos o a las inyecciones de soporte hematológico (Neupogen, Neulasta))
Tomar paracetamol (Termalgin, Gelocatil, Efferalgan,…) o antiinflamatorios (Ibuprofeno, Naproxeno,…)
ASTENIA:
El cansancio puede aparecer en mayor o menor grado según el tratamiento recibido. Las causas pueden ser múltiples, entre ellas la anemia, para lo que su médico valorará la administración de tratamientos específicos (hierro, EPO,...)
ANOREXIA:
El tratamiento puede originar pérdida de apetito, que suele ser más acusado los días posteriores a la administración del ciclo.
NEUROPATÍA:
Se manifiesta como pérdida de sensibilidad en manos y pies o sensación de hormigueo. Suele desaparecer antes del siguiente ciclo, pero si persiste comentárselo al médico en próximas visitas. En casos más avanzados puede aparecer también dolor en extremidades y pérdida de fuerza a nivel distal con dificultad para realizar ciertas actividades (abrocharse un botón,...)
EFECTOS SOBRE PIEL, MUCOSAS Y UÑAS:
Sobre la piel puede aparecer acné, piel enrojecida o reseca. Es aconsejable la utilización de cremas hidratantes corporales.
Evitar durante el tratamiento (tanto quimioterapia como radioterapia) exposiciones prolongadas al sol ya que la piel está más sensibilizada y pueden producirse quemaduras. No obstante, si va exponerse al sol, utilice cremas solares de alto índice de protección. Las mucosas pueden resecarse (sequedad de ojos, vaginal,...) y aparecer como consecuencia lagrimeo o molestias en las zonas afectas. Valorar la administración de lubricantes vaginales, lágrimas artificiales, etc.
Las uñas pueden volverse quebradizas o débiles y pueden cambiar de color (oscurecerse, aparecer líneas blancas…).
EFECTOS SOBRE EL EMBARAZO Y FUNCIÓN HORMONAL:
El tratamiento quimioterápico puede resultar teratogéno por lo que se aconseja tomar precauciones para evitar un posible embarazo.
El tratamiento también puede provocar alteraciones menstruales.
Algunos fármacos llamados inhibidores de tirosin kinasa (como el Sutent) pueden producir una alteración en el funcionamiento del tiroides, fundamentalmente, en forma de hipotiroidismo, sin producir habitualmente síntomas en los pacientes. A modo de control, si usted está tomando alguno de estos fármacos, su médico responsable realizará controles periódicos de los niveles de hormonas tiroideas en sangre.
ANEMIA
Aparece como consecuencia de la disminución de los glóbulos rojos de la sangre, o hematíes. El síntoma más frecuente de la anemia es el cansancio físico. El tratamiento de la anemia depende de los síntomas de cada paciente y de su grado de severidad. Para ello se utiliza la eritropoyetina (EPO) y la trasfusión de concentrados de hematíes.
LEUCOPENIA Y NEUTROPENIA
Aparecen como consecuencia de la disminución en sangre de glóbulos blancos y neutrófilos, un tipo específico de leucocitos que nos ayuda a proteger y combatir las infecciones. Se produce habitualmente a los 5-10 días de haber recibido el tratamiento y continúa varios días hasta que las cifras vuelven a la normalidad. Su intensidad, el tiempo de instauración y recuperación dependen del tipo de fármaco que hayamos utilizado. La neutropenia no suele dar síntomas físicos, de ahí la importancia de acudir a su médico ante cualquier indicio o sospecha de infección, como puede ser la fiebre. En casos determinados, para prevenir la neutropenia y disminuir su duración, se utilizan fármacos que estimulan la producción de glóbulos blancos.
TROMBOPENIA
Aparece como consecuencia de la disminución en sangre de plaquetas (trombocitos). Las plaquetas son las encargadas de impedir el sangrado, aumentando por tanto el riesgo de hemorragia cuando sus cifras son bajas. Los tipos más frecuentes de sangrado suelen ser: nasal, con la tos o con los vómitos, y con las heces. Otra forma de manifestación puede ser la aparición de hematomas. Dependiendo de su grado de severidad, puede ser necesaria la transfusión de plaquetas.
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